Dormir con tu mascota puede ser muy reconfortante por sentir su afecto y su lealtad tan cerquita, pero también debemos plantearnos hasta qué punto nos puede afectar en la calidad del sueño y la salud en general. Te enseñamos los pros y contras de dormir con tu peludo a continuación.
Ventajas de dormir con tu mascota
La presencia de tu amigo de cuatro patas puede aliviar el estrés y la ansiedad, proporcionando una sensación de seguridad. Muchas personas encuentran consuelo en el sonido suave de la respiración de su mascota o por su propia presencia, sin más, lo que puede mejorar la calidad del sueño y conciliarlo mejor.
Para quienes viven solos, tener una mascota en la cama puede llenar el vacío emocional, ofreciendo una conexión afectiva única. La liberación de oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, puede aumentar cuando compartes momentos con tu mascota, promoviendo el bienestar emocional.
Desventajas de dormir con tu mascota
A pesar de los grandes beneficios emocionales, dormir con tu peludo puede presentar alteraciones en el sueño. Las interrupciones nocturnas, como el movimiento inquieto o los ronquidos de tu mascota, puede ocasionar malestar.
Otro aspecto que considerar es el posible espacio limitado en la cama. Dependiendo del tamaño de tu mascota, compartir la cama puede resultar incómodo, afectando la postura y la calidad del descanso.
Y si ya hablamos de problemas de salud, podemos tener riesgos de enfermedades respiratorias como alergias y asma por la caspa de la mascota y las partículas del propio pelo. Si tienes antecedentes de alergias, es importante que te replantees si quieres compartir cama con tu mascota.
Cómo lograr el equilibrio saludable
Si estás contemplando la idea de dormir con tu mascota, pero también valoras tu sueño interrumpido, hay soluciones intermedias.
Puedes establecer un espacio designado para tu mascota, como una cama para perros al lado tuya. Esto permite la cercanía sin sacrificar tu propia comodidad.
Debes mantener la limpieza y la higiene de tu espacio de descanso. Asegúrate de que tu mascota esté libre de parásitos y tenga un lugar limpio para descansar. Esto reducirá el riesgo de alergias y contribuirá a un ambiente de sueño más saludable.
Programa revisiones regulares con el veterinario para garantizar la salud de tu mascota. Los problemas de salud no detectados pueden contribuir a una inquietud nocturna que te mantendrá alerta.
Y, por último, pero no menos importante, prácticamente crucial: Educa a tu mascota sobre las reglas al dormir. Esto ayudará a saber cuál es su espacio de descanso y saber que no debe molestar adrede cuando estás durmiendo.