Tendemos a pensar que nuestra cama no necesita de cuidados y que su duración es para siempre ¡Nada que ver! La cama y el colchón necesitan de determinados cuidados para que su vida útil y calidad se mantengan intactas y se alarguen lo máximo posible. Los colchones soportan nuestro cuerpo durante toda la noche y muchas veces eso genera que el colchón se deforme o se creen humedades en él, empeorando drásticamente la calidad e higiene de tu descanso. Aquí van 3 tips básicos para ayudar a que tu cama se mantenga perfecta por muuuuucho tiempo.
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3 tips para dormir que lo flipas por mucho tiempo
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Ventila la habitación
Antes de hacer la cama procura que ésta quede bien ventilada, especialmente el colchón y la almohada. Mientras dormimos y nos movemos, nuestro cuerpo va desprendiendo calor y sudor que se va empapando en las sábanas, almohadas y ¡el colchón! Cuando este no es aireado esa humedad se queda en la ropa de cama y puede llegar a hacer humedades en el colchón siendo perjudicial para su vida útil y tu descanso.
¿Cómo mejorar la higiene de tu descanso? ¡Muy fácil! Cuando te levantes de la cama después de dormir, destápala completamente y abre la ventana. Deja que se oxigene tu cama y la habitación para evitar humedades y la aparición de hongos, bacterias, moho…
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Gira el colchón
La mayoría de las personas tendemos a dormir en el mismo lado de la cama, en la misma postura, hacer los mismos movimientos… Al final, esto hace que una parte del colchón soporte nuestro peso de forma recurrente mientras que el otro ¡está completamente olvidado! Esto hace que el desgaste del colchón no sea homogéneo, acortando su vida útil y empeorando la calidad de tu descanso poco a poco…
Si tu colchón es de una cara, gíralo sobre si mismo de manera que los pies queden en la cabeza y la cabeza en los pies. Así, las zonas del colchón que más sufren por los pesos de la cadera, hombros etcétera se mueven a zonas con menor peso. Este movimiento se recomienda hacerlo cada 3 meses.
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Voltea el colchón
Si por el contrario, tu colchón es de dos caras o cara de invierno y verano, además de girar tu colchón puedes voltearlo. Voltear el colchón implica darle la vuelta por la vertical, es decir, que la parte sobre la que duermes pase a ser la parte que toque la base de la cama y la parte que antes estaba en contacto con la base de la cama ahora sea sobre la que duermes. De esta forma, si tu colchón sufre de la huella del durmiente (empieza a dejar la forma de tu cuerpo en el colchón) puedes darle la vuelta al colchón y ejercer peso sobre el lado contrario. Este movimiento se recomienda hacerlo cada 6 meses, es decir, 2 veces al año.