Hoy en día no paramos. Somos personas todoterreno 🚙, con mil y una responsabilidades académicas, laborales y/o sociales. Y eso no está mal, por supuesto, pero para poder llevar ese ritmo y no morir en el intento, hay que priorizar nuestro bienestar, poner en orden nuestra vida y también descansar, ¡pero descansar bien!
Y en todo esto, nuestro cuarto juega un papel fundamental. Si lo piensas, pasamos allí 1/3 del tiempo (como mínimo). Necesitamos que sea un lugar que nos mole, que sea práctico y que, sobre todo, sea capaz de darnos vibras zen 🧘🏽♀️ cuando las necesitemos.
Te explicamos cómo organizar tu dormitorio de forma sencilla, sin complicarte la vida, en este post ✌🏼.
Revisa tus cosas y deshazte de lo innecesario
Abre tu armario, tus cajones, tu canapé y vacía tus estanterías. Revisa tooodo lo que ahora mismo tienes guardado en tu cuarto y reflexiona: ¿hay cosas que ni sabías que estaban allí y que seguramente nunca vayas a utilizar? ¡Es hora de deshacerse de ellas!
La ciencia ha demostrado que los espacios sobrecargados nos estresan y no permiten que nuestro cerebro se relaje fácilmente. Por eso, hay que eliminar todo lo innecesario de nuestro dormitorio, convirtiéndolo en un lugar despejado, que transmita paz y tranquilidad.
Quédate solo con lo que te aporte un valor real, ya sea práctico o sentimental. El resto puedes reubicarlo, donarlo o venderlo 😉.
Limpia tus muebles y reorganízalos
Una vez hayas revisado tus pertenencias, podrás hacerte una mejor idea del espacio de almacenamiento que necesitas. Y, tengas muchas cosas o pocas, siempre te vendrá bien saber cómo aprovechar el espacio disponible al máximo.
Lo primero que tienes que hacer es limpiar todos tus muebles: tu armario, tu mesita de noche, tu escritorio… Y, lo segundo, es buscar una ubicación para cada una de tus pertenencias, asegurándote que lo que más utilizas esté en los espacios más accesibles.
El armario es uno de los muebles que utilizamos todos los días, por ello, hay que prestar especial atención a cómo lo organizamos. Te recomendamos clasificar tu ropa por temporadas, de forma que las prendas de verano, las de invierno y las de entretiempo estén en zonas bien diferenciadas. ¡Ni te imaginas todo el tiempo que vas a ahorrar con este truco! Lo mismo aplica si tienes una cómoda o cajonera de ropa 🤓.
En tu mesita de noche deja solo lo indispensable, eso que vas a utilizar todas o casi todas las noches, o todas o casi todas las mañanas. Por ejemplo, un despertador, bálsamo labial, algún pañuelo de papel y el cargador del móvil. Si en ella dejas demasiadas cosas, pronto se convertirá en un desastre y te será complicado encontrar todo aquello que utilizas constantemente.
Si tienes la suerte de tener un canapé, sabrás que es perfecto para ganar un montón de espacio en tu habitación. Al final, estás aprovechando la parte baja de tu cama para guardar cosas que pueden tener un tamaño considerable y que, de otra forma, ocuparían mucho espacio en tu cuarto. En él, puedes guardar almohadas, rellenos nórdicos y cualquier otro objeto que no utilices en tu día a día, pero que no quieres dejar fuera del dormitorio. Si tienes un somier, ¡aprovecha también el espacio de debajo de la cama! Basta con que consigas unas cajas de almacenaje en el tamaño adecuado.
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Y, cuando se trata de ordenar tu cuarto, tampoco podemos olvidarnos del escritorio. Si tienes un escritorio y sueles estudiar o trabajar en él, sabrás que es muy fácil que, sin darnos cuenta, se convierta en un lío de papeles, lápices y cables. Designa un espacio concreto para dejar todo tu material de oficina, con un portalápices que te ayude a tener siempre en orden lapiceros, bolígrafos y rotuladores. Deja también un lugar para tu ordenador y otro para los papeles. Y, ya sabes, todo lo que no uses habitualmente… ¡Guárdalo y no recargues tu vista innecesariamente!
También, si eres fan de tener fotos por toda la casa, te recomendamos hacer una selección de las más importantes. Las demás las puedes poner en un bonito álbum de fotos para que las puedas ver siempre que quieras 🧡.
¡Ah! Y por último… ¡Haz la cama todas las mañanas! Si no tienes el hábito, seguramente te cueste un poco al principio, pero en un abrir y cerrar de ojos se habrá convertido en una rutina agradable y que tu salud mental agradecerá.
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