Descansar en verano y no morir en el intento

Sabemos que dormir bien y descansar en verano puede ser toda una odisea. El calor, la humedad, los mosquitos o los ruidos de la calle pueden dificultar muy mucho que descanses como mereces durante toda la noche. Es verdad que no podemos cambiar estos factores, pero sí que hay unas pequeñas cosas que podemos hacer para conseguir mejorar la calidad de nuestro descanso ¡aun en plena ola de calor! Atento a estos consejitos para mejorar la calidad de tu descanso en verano.

Deja a tu cuerpo respirar

Uno de los mayores errores a la hora de irnos a dormir en verano está relacionado con la ropa que utilizamos cuando nos vamos a la cama. La forma más sencilla de deshacerse de este problema: ¡no uses ropa! Los beneficios de dormir desnudos son muchísimos, y desde luego es la forma en la que vas a evitar que la ropa te moleste mientras te mueves por la cama, o te de calor y se te pegue al cuerpo.

Pero si eres de los que prefiere dormir con alguna prenda, aquí van 3 tips:

Utiliza ropa ancha

Utiliza ropa holgada que permita que el cuerpo se airee y mueva libremente.

Bienvenidos los tejidos fresquitos

Utiliza tejidos que transpiren bien y no den calor. Por ejemplo, puedes utilizar algodones orgánicos, lino o tejidos de punto que sean elásticos. Y evita tejidos como la viscoelástica, que acumulan y retienen el calor.

Di no a los tejidos rígidos

Evita prendas rígidas que acaben limitando tu movimiento en la cama, como tejidos tipo seda.

Vete a dormir fresquito

Haz todo lo posible para que el primer rato que estés en la cama sea a una temperatura en la que estés a tu gusto y cómodo para dormir. Hay muchas pequeñas cosas que puedes hacer para facilitar que el primer contacto con tu cama sea como tocar una nube y no bajar a las profundidades del infierno. Aquí van tres sencillas cosas que puedes hacer para empezar la noche bien fresquito:

A la cama a dormir

No estés en la cama antes de irte a dormir. Evita estar tumbado o sentado en la cama, como mínimo, 1 hora antes de que te vayas a la cama. De esta manera, el colchón y la almohada no habrán acumulado el calor de tu cuerpo y estarán a una temperatura inferior.

Una ducha antes de irse a dormir

Si ya tienes calor antes de irte a dormir, es muy difícil que no tengas la misma sensación al tumbarte en la cama ¡tu cuerpo ya está caliente! Rebaja tu temperatura dándote una ducha rápida a una temperatura media, en torno a los 27ºC sería lo ideal. De esta manera reseteas tu cuerpo del calor, vuelves a estar fresquito pero tu temperatura vs la del exterior no genera un gran contraste.

Pijama para dormir

¡Cámbiate de ropa! Al igual que pasa con la cama y con tu cuerpo, el pijama o ropa de estar por casa que llevas puesta va a acumulando el calor que desprende tu cuerpo y, poco a poco, te va a haciendo tener más calor. Evita que pase eso teniendo una ropa para estar por casa y otra solo para dormir. Así, justo antes de meterte en cama te pondrás ropa que está fresquita y libre de calor y humedad acumulada.

Y, siempre siempre, asegúrate de utilizar los mejores complementos para tu cama según la estación del año. Por ejemplo, ahora con el calor, utiliza fundas o protectores de colchón transpirables como nuestra colección Samba.

Protector acolchado de microfibra transpirable con Aloe Vera Samba

 


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O rellenos nórdicos de fibra de bajo gramaje para cubrir la cama sin darte calor en los pies. Como nuestro Relleno nórdico de fibra de 150gr.

Relleno nórdico de fibra para primavera/verano Samba


Y si eres de los super calurosos, pásate a los colchones de muelles para garantizar la máxima transpirabilidad de la cama.

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